La parálisis facial es la disminución o desaparición de la fuerza de la musculatura de la cara, normalmente de un solo lado y que se produce de forma súbita.
Existen diferentes grados de parálisis facial en función de la gravedad de la disminución de la movilidad de la cara.
Se recomienda absolutamente consultar a un servicio de urgencias hospitalario, donde se pueda consultar a un especialista en neurología y otorrinolaringología.
En este servicio urgente se discernirán las causas, el tratamiento y el grado de urgencia.
Tras descartar causas no otorrinolaringológicas en el servicio de urgencias, se acude al servicio de otorrinolaringología donde se procederá a seguir en el proceso diagnóstico-terapéutico.
Tras una buena historia clínica y una exploración física que incluye una inspección de la cara, otoscopia, y acumetría se procede a realizar una audiometría y a una evaluación de la gravedad de la parálisis facia
Las causas más frecuentes en la parálisis facial son las causas víricas como el virus varicela-zoster, fallos en el aporte sanguíneo, los traumatismos, tumores.
Aunque en la mayoría de los casos no conocemos exactamente las causas que la producen, llamándola Parálisis Facial a frigore, porque se observa que se produce más frecuentemente en invierno, con el frío
En general las parálisis faciales se recuperan en gran medida. Siempre dependiendo de la causa.
Es importante instaurar el tratamiento medico lo antes posible, preferentemente en las primeras 48h.
En los controles sucesivos se valorará la recuperación de la parálisis, el nivel de audición con audiometrías sucesivas.
Si procede, en función de la evolución también se podrá realizar electromiogramas y resonancias magnéticas del conducto auditivo interno.
En casos de no recuperarse, se puede hacer tratamiento intensivo con fisioterapia y rehabilitación.
El tratamiento quirúrgico queda reservado para casos donde tratamiento o la causa de la parálisis lo requiere