La otitis seromucosa se trata de un acumulo de mucosidad en el oído medio como resultado de una mala ventilación a través de la trompa de Eustaquio. Por este motivo siempre se plantea su tratamiento conjuntamente con alteraciones nasales, tales como vegetaciones, sinusitis,… Puede presentarse como procesos infecciosos recidivantes muy llamativos y por tanto fáciles de diagnosticar, o por el contrario sin síntomas clínicos alarmantes, especialmente la perdida de audición puede pasar desapercibida en el niño. Tanto una forma clínica como otra de tratar la otitis seromucosa presenta el mismo riesgo de dejar secuelas.
• Afecta 2/3 de los niños a los 2 años
• Motivo mas frecuente de ingreso hospitalario para tratamiento quirúrgico.
• La causa mas frecuente de hipoacusia en niños.
• La causa mas frecuente de enfermedad en el mundo desarrollado.
• Uno de cada 8 niños menores de 10 años tendrá infecciones óticas recidivantes.
• En muchos casos es asintomática. El 25% son un hallazgo casual.
• Más frecuente en varones, y la raza blanca lo padece claramente por encima de las demás.
Persistencia de una otitis mas de tres meses junto a perdida de auditiva evidente o una duración de la otitis de 4 – 6 meses.
La intervención quirúrgica se realiza en el niño bajo anestesia general (en el adulto –poco frecuente- bajo anestesia local), es una corta estancia hospitalaria, y se suele practicar en el mismo acto quirúrgico una adenoidectomia que mejora los resultados a largo plazo.
Consiste en insertar un tubo de material plástico o metálico en la membrana timpánica a través de conducto del oído con ayuda de un microscopio quirúrgico.
Este tubo no molesta, el niño no notara que los lleva. En algunos casos se debe prevenir la entrada de agua en la ducha y baños caseros, al igual que los baños en el mar o piscina. El drenaje cae espontáneamente por un proceso de expulsión que realiza el propio organismo al cabo de un año aproximadamente. Se trata de una patología que mejora claramente hacia la edad de 7 años y que coincide con la disminución de la tendencia a procesos catarrales.
